Sáb. Nov 23rd, 2024

    Los cerrajeros han aprendido su oficio por herencia; al menos así se ha hecho saber, pues muchos de ellos aprendieron el oficio de sus padres, y así por generaciones. Y sin lugar a dudas, han evolucionado ampliamente hasta lograr integrar la tecnología a su oficio aprendido hace siglos.

    Es indudable que la tecnología se ha vuelta nuestra aliada en el aprendizaje de nuevas destrezas y conocimientos que usualmente no son impartidos en los planteles escolares, ni en las universidades. Muchos de estos compendios de saberes con producto de haber recopilados años de información que posteriormente fue transcrita y compartida en línea para que millones de personas tuvieran acceso  a ella.

    Pero, ¿cómo ha contribuido la tecnología con la educación en la realidad?

    Clases virtuales en Pandemia

    Al momento de comenzar la Pandemia, todos los padres cundieron en pánico y sin vacilar dejaron de mandar a sus hijos a las aulas en los diversos niveles educativos. Esto obligó a los gobiernos a que se adoptara una medida en la que se pudiera impartir clases y mantener la distancia social como norma, pero sin estar en las aulas. A alguien, aunque seguramente la idea ya estaba en la mesa desde hace décadas, se le ocurrió la idea de que ver clases en línea podría funcionar. Al fin y al cabo, ya existen academias que dictan cursos en línea desde hace al menos 20 años y les ha funcionado.

    Ahora que ya tenían la forma de dar las clases, faltaba la forma de evaluar las mismas. Al principio esto representó un pequeño problema, pues muchos docentes no contaban con acceso a internet así como los estudiantes; pero con el pasar de los meses la situación fue mejorando aunque no tanto como podría esperarse. A pesar de que algunos aún mantienen su factor conectividad limitado, la continuidad de los programas educativos se ha venido desarrollando con cierta normalidad. Aunque, me imagino que se estarán preguntando cómo podrían evaluarse asignaturas prácticas como “educación física”, o “electricidad”, u otras materias donde se evalúa al alumno de forma presencial; en el caso de la primera se puede lograr gracias a los sensores biométricos y los mapas de Google, podemos establecer una ruta y medir el tiempo recorrido, etc.

    Los tutores en línea

    Gracias a las empresas que contrataron docentes expertos en diversas áreas se ha tornado muy rentable el negocio de las tutorías en línea. Todos hemos visto comerciales donde nos ofrecen clases virtuales por precios que podrían parecer exorbitantes, pero que a largo plazo simbolizan el conocimiento que fue provisto por estos profesionales.

    Si para ellos funciona, imaginen los grandes avances que podría traer a los programas educativos del mundo el hecho de adoptar sus métodos de enseñanza en las aulas de clase y poder contar con la posibilidad de hacer seguimiento de los alumnos en línea, e incluso garantizar la asistencia de los alumnos pues las aulas podrían tener cámaras que graben las clases para los estudiantes que por alguna razón no pudieron asistir.

    Como ven, las posibilidades son infinitas. Muchos docentes tradicionalistas están en contra de este tipo de avances, pues piensan más en las distracciones que existen en la autopista de la información que los beneficios que esta puede aportar para mejorar lo que ya saben hacer tan bien, enseñar a otros.

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