Sáb. Abr 27th, 2024

En el medio del desierto, a 3.000 metros sobre el nivel del mar, el esqueleto de una cúpula de acero, tan ancha como la arena del Coliseo romano y casi tan alta como el Big Ben, destaca el páramo rojizo de Atacama en Chile.

La estructura que se construyó en el monte Armazones será la cúpula del ELT y será el telescopio más grande del mundo capaz de detectar luz visible e infrarroja, se trata del proyecto estrella del Observatorio Europeo Austral.

Es una organización que reúne a 16 países del viejo continente, con Australia como socio estratégico y Chile como anfitrión y espera que vea su primera luz en 2028.

Cuando el ELT comience a funcionar, todo lo que se encuentre más allá demostrará que todo lo que se sabe está equivocado, predice el astrónomo alemán Elyar Sedaghati desde Paranal Hill, un sitio chileno con un paisaje que se parece a Marte.

ESO ha ubicado en este lugar los gigantescos telescopios que componen el VLT, que es el mayor observatorio óptico-infrarrojo del hemisferio sur y el segundo más grande del mundo después de Mauna Kea en Hawaii.

Existe una tradición entre los astrónomos del Observatorio Paranal de reunirse para observar la puesta de sol junto al VLT, el murmullo de sus conversaciones y la fuerte brisa que sopla contra sus cortavientos es lo único que se escucha en la cima de la montaña.

El sol se pone sobre un manto de nubes espesas y compactas que teñidas de naranja por los últimos rayos, se funden con el mar, si el Océano Pacífico es visible en este horizonte, significa que las nubes son demasiado altas y dificultan la observación del universo por la noche.

Plan futuro del Observatorio Europeo Austral

Consiste en complementar el trabajo del VLT, que está operativo desde 1999, y del ELT, que se encuentra en la mitad de su proceso de construcción, el punto fuerte del primero reside en sus cuatro telescopios ópticos.

El segundo estará compuesto en gran parte por su espejo primario de 40 metros de diámetro, compuesto de 800 segmentados fabricados en varios países europeos.

La capacidad de observación de este telescopio es como si estuvieras conduciendo y vieras un coche al otro lado. Desde lejos los dos faros parecen ser un solo punto, pero si te acercas lo suficiente puedes ver que son dos.

El diámetro del telescopio es el mismo, son ojos que miran al cielo, Eleonora Sani, formó parte del equipo que observó la primera kilonova, el descubrimiento más importante de 2017.

El astrofísico español, Juan Carlos Muñoz, lo compara con el potente Telescopio Espacial James Webb (JWST), el ELT tendrá un diámetro 6 veces mayor que su tamaño y su ligereza, una capacidad de captación 30 veces mayor, lo que permite ver con detalle las primeras galaxias en el comienzo del universo.

También se espera que permita saber si el agujero negro gira en la Vía Láctea, y de ser así a que velocidad, para ello se deben ver estrellas débiles que pasen cerca del agujero negro. 

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